A veces hay que decir BASTA.

Por Laura Szmuch.

Un BASTA fuerte y contundente que no se confunda con «bueno, aguanto un poco más».

Un BASTA que le quede claro al otro, y que le quede claro al que lo dice.

Un BASTA que es auto-cuidado y amor por uno mismo.

Un BASTA que pone límites sanos a todo eso que ya no vamos a tolerar más.

«BASTA nene, terminala».
«BASTA, hasta acá llegaste. No voy a seguir sintiéndome lastimada por vos».
«BASTA, ya esta comida no me hace bien.»
BASTA. Me cansé. Me aburrí. No te quiero oír más.
BASTA. BASTA a otros y BASTA a mí.

Esto ya no me sirve.
Esto ya no me ayuda a crecer.
Esto no me alimenta.
Esto no te ayuda a vos ni me ayuda a mí.

No soy más buena por aguantar.
No soy mala por decir: «Se terminó».

BASTA sano.
BASTA para hacer espacio.
BASTA para crear algo nuevo.
BASTA para desenroscar y liberar.
BASTA para dejar de sentirnos víctimas de algo o alguien. O de nosotros mismos.

BASTA por amor. Por amor a vos. Por amor a mí.