PNL y educación

Por Laura Szmuch

PNL significa Programación Neurolingüística y  surgió en los años 70 a partir de  la curiosidad de Grinder (lingüista) y Bandler (matemático)  de entender la relación entre la experiencia subjetiva y las conductas de las personas.  La PNL ha sido aplicada en diferentes ámbitos con muy buenos resultados: ventas, negocios, salud, mediación y deportes entre otros. Otra de las áreas de aplicación de la Programación Neurolingüística es la educación. Un educador que maneje los aspectos básicos de esta disciplina está mejor preparado para conocer más profundamente a sus alumnos, detectar los estados óptimos de aprendizaje, manejar situaciones desafiantes en el aula, y mantener un clima de trabajo activo y relajado al mismo tiempo.

Los buenos docentes son la respuesta a muchas cuestiones importantes a la hora de crear un mundo que sea bueno para vivir. Los educadores bien capacitados en su tema, y también habilidosos en la buena comunicación y con objetivos claros de hacer de este un mundo mejor son la pieza clave para una transformación positiva.

La primera herramienta para  la aplicación de la PNL en el  ámbito educativo, es el puente que un educador crea con sus alumnos, al cual llamamos sintonía, es decir, el elemento básico e indispensable para que la comunicación fluya. El término en la jerga peneliana es rapport, traducido como armonía, concordancia, química en la relación entre dos  o más personas. Para poder hacerlo, el docente debe aprender a observar con todos sus sentidos, detectar cómo sus alumnos procesan mejor la información, y acompasarlos para poder llegar a todos, en el modo en el cual pueden ser alcanzados. La idea es poder adaptarse al ritmo del pensamiento del otro, tomando en cuenta su respiración, velocidad, gestos, postura corporal, tono de voz.

Los docentes necesitan ser conscientes de la química sutil que se establece en cada contacto humano, para mejorar la comunicación con sus alumnos y  para poder manejar sus propios estados de ánimo.  También es fundamental que  tengan acceso directo a sus propios recursos internos, para que mantengan la energía  alta, evitando desgastarse por completo en el trabajo, y así poder tener la motivación suficiente para que el aprendizaje en el aula fluya más eficientemente.

El enfoque en lo que los alumnos saben hacer, y construir a partir de allí, es esencial. También es bueno que el educador aprenda a detectar en qué cosas los estudiantes son buenos para así poder capitalizar sus recursos internos, utilizando lenguaje apreciativo, y motivando a partir del feedback positivo. Es decir, a través de la capacitación en PNL, un docente desarrolla la habilidad de hacer foco en las fortalezas de los alumnos, valorando las diferencias en estilos. Otra ventaja de la PNL es la posibilidad del uso de anclajes, para que  el aprendizaje se refuerce y se haga accesible.

Las técnicas y filosofía de la PNL son un modelo maravilloso de comunicación, a través del cual los docentes aprenden a conocer mejor a sus alumnos y su estilo de aprendizaje.  Con este conocimiento  el docente puede guiar mejor al alumno a que descubra cómo procesa la información más eficazmente y cómo ese conocimiento pasa a la memoria a largo plazo. Asimismo, es imprescindible que los docentes adquieran herramientas para reflexionar acerca de su rol, sus creencias, valores,  objetivos y motivaciones que los mueven a tomar algunas decisiones importantes en relación a su tarea.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *