Tiempos de cuarentena

Por Laura Szmuch

Me contacto nuevamente con vos, en estos tiempos de cuarentena, que son vividos de forma tan diferente por las personas. Más allá de las circunstancias que a cada uno de nosotros nos toca vivir, es muy importante la forma en la cual elegimos estar atravesando esta situación.

La historia que nos contamos acerca de estos días de reclusión, por lo menos acá en Buenos Aires, es determinante de nuestro estado emocional. ¿Cómo es eso? Si nos decimos que estamos encerrados, seguramente vamos a estar sintiéndonos tristes, enojados, frustrados. Si nos decimos que estamos aislados físicamente, tal vez esas emociones se suavicen un poco. Y si nos decimos que nos estamos cuidando y contribuyendo a que esto termine lo antes posible, es probable que podamos apreciar el hecho de estar siendo cuidados.

En estos días hay un sinfín de interpretaciones acerca de lo que está sucediendo, más allá de la situación personal, laboral y económica que estemos atravesando.

Tal vez podamos tomar perspectiva y preguntarnos cómo vamos a recordar este momento dentro de unos meses, y podamos agradecer el hecho de estar sanos y vivos. Hay muchas cosas que se recuperan, la vida no. Tal vez extrañarnos nos invite a valorar más a las personas a quienes amamos. Quizás quedarnos en casa nos habilite un modo diferente de interpretar cómo veníamos viviendo, y nos motive para modificar todo aquello que ya nos estamos dando cuenta de que no queremos más. El invierno y estar en casa, quienes no hacemos las actividades esenciales como por ejemplo trabajos en el ámbito de la salud, nos invita a ir hacia adentro para preguntarnos qué deseamos en nuestra vida de ahora en más. A qué nos queremos dedicar. Qué valoramos. Qué cosas merecen tiempo y energía y cuáles no. Con qué personas deseamos estar y con cuáles ya no. Qué tipo de información queremos recibir y cuál ya no forma parte de quienes estamos eligiendo ser.
Estamos frente a un momento de
gran oportunidad para transformarnos.
Es urgente.
No hay más tiempo para perder.
La vida es hoy.
Así, con desafíos y con momentos bisagra.
Así, bella a veces y otras con grandes incertidumbres.
Me despido, como siempre, con un muy cálido Abrazo de Madre,